La publicación en El Mercurio, del domingo 11 de octubre, del estudio “Percepciones sobre desigualdad en la élite chilena” trajo eco mediático. Se había puesto sobre la mesa un tema del que nos duele hablar: la desigualdad en la sociedad chilena. Justo hace un año, se hizo mas visible la idea de que la élite chilena (económica, política, social, intelectual) tenía una importante desconexión con la realidad de la mayor parte de la población. Particularmente, sobre la desigualdad en sus diferentes expresiones en las 354 comunas de todo Chile.
Teniendo en cuenta esta realidad, el ESE Business School y el Círculo de Directores en alianza con Unholster, realizaron esta investigación con la idea de explorar cómo quienes lideran en Chile la empresa, la academia, la política, las comunicaciones, entre otros, perciben las brechas de desigualdad que existen en nuestra sociedad.Las preguntas realizadas estuvieron relacionadas al área de la salud, ingreso promedio, consumo, esperanza de vida, educación y oportunidades laborales, entre otros.
Todas las respuestas fueron comparadas con data pública de diversas fuentes (Censo, CASEN, Banco Mundial, Avalúo Fiscal, SII, DEIS) y los resultados fueron duros, tal como lo tituló Economía y Negocios, “La élite subestima la brecha entre su realidad y la que se vive en comunas de estratos medio y bajo”.
La publicación no pasó desapercibida y ese mismo día las conclusiones fueron mencionadas en el programa Tolerancia Cero de CNN por Macarena Lescornez, directora de The Clinic; en Twitter por el ex vocero del primer gobierno de Michele Bachelet y columnista de El Mercurio, Francisco Vidal y en radio Cooperativa.
Conscientes de que se requería una conversación a partir de estos resultados se invitó a los alumni del ESE100 a conocer el backstage de la investigación que cerró con un interesante análisis donde participaron Alfredo Enrione, director del Centro de Gobierno y Sociedad; Alvaro Pezoa, director académico y cabeza del Centro de Ética Empresarial; Antonio Díaz-Araujo, gerente general y Cristobal Huneeus, Director de DataScience, ambos socios de Unholster y fundadores de DecideChile.
Entre las cuestiones abordadas estuvo el buscar razones del por qué – si los datos expuestos en el estudio son públicos y la muestra recoge percepciones de diputados, decanos, rectores, etc., gente culta e informada-, ¿nuestras percepciones están tan lejos de la realidad? o ¿qué se espera de los desafíos y responsabilidades para la élite chilena hoy? Todos los panelistas concordaron que este estudio les implicó una fuerte autocritica y por lo mismo la necesidad de preguntarse ¿cómo seguimos ahora?
Cristóbal Huneeus aludió al impacto de los resultados porque “de verdad la gente cree que somos un país de clase media. Querer ver la desigualdad es doloroso e incómodo y parafraseando a Robert Lucas, Premio Nobel de Economía 1995, ‘una vez que te pones a pensar en serio sobre la desigualdad, no es indiferente seguir pensando en ellas´”. Para Alvaro Pezoa, si bien históricamente “hay muchos estudios sobre las élites, el desafío país que tiene es su rol de influencia político-ética, que exige ser ejemplares en su preocupación por el bien común”. Por esta misma razón el director académico de esta casa de estudios firmó un “cheque en blanco” comprometiéndose a seguir con esta conversación abierta “donde la academia tiene un rol muy importante”. Antonio Díaz, a su vez, recalcó la importancia que tiene la tecnología en estos procesos, donde menciono la experiencia de Taiwán después la revolución de los girasoles, y recalcó que “los datos son el camino para construir Chile. Independiente de lo que ocurra en el plebiscito, es clave entender las percepciones versus la realidad. Para quienes trabajamos con datos, hay percepciones que distan mucho de la realidad y eso habla mal de Chile. No podemos seguir engañándonos.”
Claramente el plato quedó lleno de ideas. Este estudio fue la entrada, hay que seguir sumando al menú para sumar por un Chile menos desigual.