Fuente: La Tercera
Autor: María José Tapia
Generalmente, las mesas están compuestas sólo por connacionales asiáticos y a lo más suman un chileno. De ser así, habitualmente recurren a personas que tengan vinculación previa con la compañía. Y si salen a buscar, por lo general escogen expertos financieros o profesionales con amplios contactos. El último fue el exministro de Hacienda Rodrigo Valdés, en CGE.
A mediados de 2019, Joyvio adquirió la salmonera Australis. Si bien en un primer momento el vendedor de la firma, Isidoro Quiroga, se mantuvo en la mesa, este año el directorio quedó conformado sólo por cinco asiáticos, según consigna su página web. La situación de Pacific Hydro fue similar. En 2016 fue adquirida por State Power Investment Corporation (SPIC). Al poco andar, la plana directiva se redujo a una mayoría de asiáticos y un solo chileno: el ex Enap, David Jana.
Y la dinámica se repitió la semana pasada. Hace dos semanas, State Grid International tomó el control de CGE. La mesa fue obviamente modificado y quedaron cuatro chinos -Dai Yan, Liang Chengzhong, Huang Futao, Liu Chengzu- y un solo chileno: el exministro de Hacienda Rodrigo Valdés. La estructura no sorprendió: a fines de 2019, la misma State Grid adquirió Chilquinta, y justamente conformó una mesa con cuatro asiáticos -además de cinco suplentes chinos-, y un solo chileno: el gerente general de la eléctrica, Francisco Mualim.
“A los asiáticos les gusta manejar su negocio”, coinciden asesores de las compañías chinas en Chile. La minoría local o la ausencia absoluta de locales en las mesas es una realidad transversal en las operaciones que han ido adquiriendo alrededor del mundo. El objetivo es mantener la información en las menores manos posibles, además de hablar un lenguaje común, puntualizan conocedores. Tal es así que a la hora de avanzar en compras de compañías -señala un abogado de la plaza- mandatan que los asesores legales no tengan comunicación con los asesores financieros, por ejemplo, y viceversa. Todo se canaliza a través de la matriz. Y obviamente eso se replica a la hora de constituir los directorio. “Ellos necesitan estar, necesitan ver su negocio, participar en todo”, explican cercanos. De ahí que todos los presidentes de empresas que han comprado en Chile sean chinos. No hay espacio para locales en esas instancias. A diferencia de lo que ocurre con las estructuras ejecutivas, donde prácticamente la totalidad del management es chileno, y, aún más, el CEO no sólo tiende a ser local, sino que suele mantener a quien estaba en esa posición.
En Australis, el presidente es el líder y general manager de Joyvio Agriculture Development, Jie Tang; y el gerente general, Ricardo Misraji, que ocupa el puesto desde 2013. En Pacific Hydro, el presidente es Jianting Jan, de SPIC, y el CEO, Renzo Valentino, quien está desde 2016.
Cuando deciden sumar chilenos a la mesa tiende a ser para añadir mayor conocimiento de la realidad local y contactos que les permitan optimizar su relación con el país. “Es sobre la base de una trayectoria pública, con gran profesionalismo, que conozca la legislación del país y que en momentos determinados apoye en gestiones de lobista frente a situaciones que se puedan requerir”, explica el international commisioner y asesor de firmas chinas en Chile, Carlos Salazar. “A los chinos les gusta la gente de nivel alto; les favorece que tenga alguna experiencia en el gobierno, además de conocimiento en el rubro”, añade el presidente de la empresa de asesoría de inversionistas chinos Representaciones y Asesorías Aviqlo SpA, Víctor Wu.
Generalmente tienden a mantener a locales que han tenido alguna vinculación con la firma y en pocas excepciones suman externos. Rodrigo Valdés es una de esas excepciones. En Pacific Hydro, David Jana estaba en la mesa desde 2014, antes que aterrizara SPIC en la compañía. Jana es ex BofA Merrill Lynch y exgerente de Finanzas de Enap.
Realidad similar se repitió en Indómita. En 2017, la vitivinícola más grande de China, Yantai Changyu Pioneer Wine, adquirió el 80% de viña Indómita al grupo Bethia. El porcentaje restante quedó en manos de ejecutivos de la compañía, principalmente de su gerente general, Wilfred Leight. Hoy, el directorio está compuesto por cuatro asiáticos y Leight, quien sigue en la gerencia general. El presidente es también el líder de Yantai Changyu Pioneer Wine, Hong Yiang Zhou.
Al igual que lo que ocurre tradicionalmente en las sociedades anónimas, las reuniones de directorio de los chinos -donde hay escasa o nula presencia femenina- con sus filiales son una vez al mes, generalmente -y más allá de la pandemia- de manera remota. Intentan, eso sí, hacer un directorio presencial al año y las compañías se auditan anualmente. El idioma de esos directorios tiende a ser el chino con traducción simultánea, o el inglés.
Tianqi, la excepción
No podían elegir a directores, ejecutivos ni empleados de su empresa para integrar el directorio de SQM. Esta fue una de las once condiciones que la Fiscalía Nacional Económica acordó con Tianqi -competidor en el negocio del litio- para viabilizar la compra que esta última hizo del 24% de SQM. Tal medida frenó cualquier posibilidad de que los asiáticos pusieran -como es tradición- a sus ejecutivos en los tres cupos que les correspondía en el directorio de SQM. Dado ello, debieron salir a buscar.
El estudio Carey, asesor en la operación, los ayudó a conseguir candidatos. Fueron tres los perfiles: un experto legal que conociera bien las restricciones; un experto financiero, y un tercero con conocimiento de la industria, idealmente extranjero, para aportar una visión más global.
Casi una veintena de currículum llegaron a las manos de la matriz. De esos, seleccionaron cerca de diez, a quienes entrevistó la plana principal de Tianqi, entre ellas su expresidenta, Vivian Wu. Las sesiones de conversación duraron varias horas. No sólo vinieron a Chile a reunirse con los interesados; varios de ellos viajaron a Estados Unidos a reunirse con Wu.
Finalmente, Tianqi seleccionó a su abogado en Chile, el socio de Carey, Francisco Ugarte; al cofundador y director ejecutivo de Asset, George de Bourguignon, por su manejo financiero, y al ex Rockwood Holdings y licenciado en Administración de Empresas de Merrimack College y MBA en Finanzas de Fairleigh Dickinson University, el estadounidense Robert Zatta.
Quienes han trabajado con compañías chinas en estos procesos subrayan que la independencia que le otorgan las matrices a sus representantes en las mesas es total. “Existe mucho temor por parte de ellos a hacer algo mal, y es por eso que buscan a personas de alto nivel, son muy acuciosos, de mucha entrevista”, explican exasesores. Y eso mismo los lleva a depositar la confianza en los elegidos.
George de Bourguignon explica así el caso de Tianqi en SQM: “Tianqi están muy conformes con la evolución, planes y resultados de la compañía estos años, la cual pueden seguir detalladamente con toda la información pública que entregamos al mercado. SQM es una empresa que hace una entrega muy completa de información al mercado, y eso les permite tener a los analistas y a todos sus accionistas, entre ellos a Tianqi, al día de cómo evoluciona su inversión y sus perspectivas de corto y largo plazo”.