Fuente: El Mercurio
Autor: Camila Orellana
Aunque los datos revelan un lento, pero continuo incremento respecto de años anteriores, ninguna empresa somete la aprobación de sus estructuras salariales a la aprobación de los accionistas. Esto, pese a que es una de las 99 medidas de gobierno corporativo que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) recomienda a las empresas en bolsa. No es la única sugerencia de la autoridad que alcanza bajo cumplimiento.
Un estudio elaborado por PWC Chile, en conjunto con el Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE Business School de la Universidad de los Andes, analizó los últimos datos de la CMF al cumplimiento de estas recomendaciones. El resultado es que, en promedio, las empresas IPSA solo cumplen con el 53% de ellas.
El estudio tomó en cuenta las respuestas de 26 empresas no bancarias que forman parte del selectivo bursátil. “Parecería que el mercado ya dio su opinión sobre las “buenas prácticas” que hacen sentido, y que han sido adoptadas por la mayoría de las empresas, y las que no”, dice Alfredo Enrione, director del Centro de Gobierno Corporativo del ESE.
De todos modos, ha habido avances. El 53% de cumplimiento supera al 51% del año previo y al 48% de 2018. Durante el último año, 18 de estas 26 firmas experimentaron un aumento en su cumplimiento respecto al año previo (2019), mientras que cuatro evidenciaron una disminución en su observancia. En detalle, Enel Chile y Enel Américas obtuvieron el porcentaje más alto de cumplimiento entre las empresas IPSA, con 81,9 % cada una. Por el contrario, con solo 26,3 %, Sonda S.A. es la empresa IPSA con el peor desempeño. Adicionalmente, la eléctrica AES Gener fue la firma que experimentó el mayor salto en sus resultados desde 2019, elevando su cumplimiento de casi 9% a 49,5 %. En tanto, Vapores y Ripley, lideraron las pérdidas, con retrocesos de 4% cada uno.
“Estos resultados nos muestran un incremento sostenido por parte de las principales empresas chilenas, en la senda de ir adoptando cada vez más y mejores prácticas de gobierno corporativo recomendadas por el regulador”, dice Renzo Corona, socio principal de PwC Chile. “Dada la importancia que reviste para el mercado de valores que las sociedades anónimas abiertas revelen sus prácticas de gobierno corporativo” el estudio busca evidenciar si las sociedades cumplen con las casi 100 prácticas definidas en la norma N°385.
Dichas prácticas se concentran en cuatro temas relacionados al funcionamiento y composición del directorio; la relación entre la sociedad, los accionistas y público en general; la gestión y control de riesgos y la evaluación por parte de un tercero. En lo que respecta a estos temas específicos, el informe reveló un fuerte avance en temas ligados a “La relación entre la sociedad, los accionistas y público en general”, que aumento de 54% a 60%. Como ejemplo, bajo esta temática, 100% de las empresas aseguró contar con una unidad que facilite la entrega de información a accionistas, inversionistas y medios de prensa respecto al estado de sus negocios y situación financiera o legal.
El ítem donde hubo más avances fue en el dar acceso a los accionistas para participar de manera remota en las juntas: del 0% de 2019 se saltó a 72% en 2020. En cambio, las firmas experimentan mayor debilidad en torno a temas de “Evaluación por parte de un tercero ajeno a la sociedad”, que en general tiene un cumplimiento de solo 30%. El análisis también realza el incremento del cumplimento respecto a temas de “Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible”, como la evaluación de políticas de diversidad e inclusión, la identificación de posibles barreras organizacionales, sociales o culturales y la adopción de reportes de sostenibilidad. “Probablemente veamos una mejora en este tipo de prácticas dado el contexto país y mundial que estamos viviendo, donde los temas como diversidad, sostenibilidad, entre otros, han cobrado una mayor relevancia”, señaló Corona.
Por otro lado, uno de los cambios más notables revelados por el informe tiene que ver con la adopción de mecanismos remotos que faciliten el buen funcionamiento de la empresa en medio de la pandemia. Mientras que ni en 2018 o 2019 las empresas contaban con medios que permitían a accionistas participar remotamente en reuniones donde otros estarían físicamente presentes, para 2020, 72% de ellos si lo hacían. “La restricciones propias de la pandemia han impulsado fuertemente las prácticas que tienen que ver con la relación del emisor con sus accionistas y público en general, como lo son los desarrollos de juntas de accionistas remotas y las facilidades para acudir a estas”, dice Corona.