Fuente: El Mercurio
El caso de los grandes conglomerados económicos en Chile
Tras los cambios anunciados en las compañías ligadas al grupo Luksic, esta tendencia se vuelve más necesaria.
Revuelo generó el anunció de Andrónico Luksic la semana pasada respecto de su retiro de los directorios del grupo Quiñenco, para dejar espacio a otros ejecutivos en las firmas del conglomerado. Tal como ha sucedido en otros grupos económicos, donde sus líderes han dado un paso al costado y en varias ocasiones han asumido profesionales no necesariamente relacionados con la familia. No obstante, no hay una sola tendencia.
El director del centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE Business School, Alfredo Enrione, comenta que, en general, los grupos empresariales chilenos son controlados por una o varias familias, “En este sentido, lo más frecuente es que la generación a cargo invierta mucho en la formación de sus hijos e hijas. Esto incluye estudios en buenas escuelas de negocio y experiencia de primera mano en negocios más pequeños o en posiciones secundarias antes de asumir un rol de control”.
La directora ejecutiva del Instituto de Directores de Chile, Fadua Gajardo, resalta que en las sucesiones empresariales en el país se pueden identificar al menos dos tipos. Aparece aquella en la que se trata de una empresa familiar o una compañía de socios, que busca la continuidad de un negocio familiar.
“Esa sucesión tiene que ver con el proceso de profesionalización en la generación de un gobierno corporativo, por ejemplo, con directores independientes que no necesariamente son miembros de la familia. Estas son familias que de alguna manera son de alto patrimonio, hacen un proceso de sucesión para la continuidad del negocio, mientras que otra cosa son los procesos de sucesión en las familias empresarias que están asociadas a la continuidad del patrimonio y a la armonía familiar”, explica.
La experta añade que en los últimos casos de sucesión que se han visto se demuestra que grupos económicos que están siendo capaces primero de priorizar un plan de reconocer cuáles son los talentos que tienen dentro de las compañías, para atraer a una próxima generación a estos nuevos negocios.
Mayor valor
La directora del Centro de Empresa y Sociedad de la Escuela de Negocios de la UAI, Magdalena Aninat, explica que lo principal es que las grandes empresas están impulsando la profesionalización de la toma de las decisiones del gobierno corporativo “Esto es importante de cara al mercado, sobre todo, empresas en que está el grupo controlador, pero tienen muchos otros inversionistas.
Esos cambios son una señal de mayor profesionalización y mirada más amplia respecto de la gestión de la compañía. Estos cambios integran y producen un buen equilibrio entre la postura del controlador, que da una mirada de largo plazo al negocio, pero suma personas con trayectoria profesional y de distintos perfiles profesionales”, asegura Aninat
De todos modos, Enrione subraya que, en el caso de Luksic, los sucesores son parte del grupo de control, personas de confianza. “No son de la familia. Sería imprudente especular cuáles son las razones que tuvo Andrónico Luksic para tomar esta decisión. Si lo hizo en este momento es porque cree que sus empresas necesitan personas con la experiencia y conocimientos que aún no tienen sus hijos, creo que merece un gesto de profunda admiración”.
Modelos
En comparación con otros países, los expertos dicen que en Chile las grandes empresas nacen de familias, algo similar a Brasil o España, pero diferente al caso de EE. UU, donde la propiedad está más atomizada.
Mirando a la región, Aninat destaca que “parte de la capacidad que tienen las empresas chilenas de salir y convertirse en multilatinas es porque han tenido buenos gobiernos corporativos y entonces esta sucesión y esta profesionalización es un paso natural para ir fortaleciendo esa buena capacidad”.
Pero además Gajardo destaca que las compañías deben contar con una planificación y una ejecución acordes, velando por una institucionalización y no por “una imposición porque “tú eres hijo tienes el puesto”. Eso es relevante entendiendo que eso genera continuidad del negocio. porque para que sea sostenible en el tiempo, se requiere a los mejores profesionales”.
Enrione agrega que justamente la clave para que los grupos familiares trasciendan en el tiempo no está en su capacidad de formar o contar con herederos con grandes talentos empresariales, sino en tener accionistas bien formados. “Un rasgo de buen accionista es ser capaz de designar a las personas más competentes que la empresa necesita”.